Tener prudencia frente a realizar cosas malas e inadecuadas o la flagrancia, es una de las características éticas y morales admirables. El ser humano prudente, con su sabiduría, respecto a las cuestiones en su alrededor, entiende las actitudes malas como la traición, la deslealtad, la mentira, la murmuración, la discriminación, la violación de los derechos de otros y etc. Y con la fuerza de su voluntad intenta controlar a sí mismo para no dañar a su espíritu y no hacer daños a los demás en la sociedad. Una de las señas más importantes de la prudencia ocurre en los intercambios éticos entre las mujeres y los hombres. Las mujeres y los hombres que consideran uno al otro, en sus comportamientos sociales cotidianos, como sujetos para satisfacer sus necesidades carnales, y para lograr a estos objetivos sin valores violan la prudencia y la modestia social, nunca pueden tener una visión humanista respecto a uno al otro. En la religión del Islam, se ha enfatizado mucho en esta característi