Julio Cortázar fue y será siempre una de las figuras clave -por su calidad literaria y por su compromiso- de la literatura latinoamericana. A través de la biblioteca del autor argentino -que tan a fondo ha estudiado el escritor y periodista Jesús Marchamalo- conoceremos sus lecturas, sus afectos y su compromiso político.
Cuando murió Julio Cortázar, en su casa de la Rue Martel, en París, quedaron algo más de cuatro mil quinientos libros que su viuda, Aurora Bernárdez, donó a la Fundación Juan March en 1993. Son libros, la mayoría de ellos leídos y releídos, dedicados y subrayados, con comentarios, notas y dibujos que nos descubren a un lector apasionado que dialoga con los autores a los que lee, y a quienes felicita o, con frecuencia, expresa su discrepancia.
Si los libros, como decía Marguerite Yourcenar, son la mejor manera de conocer a una persona, "Cortázar y los libros" traza un original retrato del escritor a través del rastro que dejó en sus lecturas.
rtk/rba