Un día que cambió la historia. Así fue el 8 de septiembre de 1978, para Irán, agitado entonces por las protestas contra su último rey, Mohamad Reza Pahlavi. El referido día, una manifestación masiva desafío en la capital, Teherán, la ley marcial dictada por él. La respuesta del régimen fue sanguinaria. Los helicópteros y tanques militares abrieron fuego real contra los manifestantes, marcando para siempre en la historia de Irán aquel Viernes Negro, que causó miles de muertos.
La masacre acabó con cualquier posibilidad de reconciliación con el régimen e intensificó las protestas. Finalmente, en febrero de 1979, triunfó la Revolución Islámica de Irán.
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