El 10 de mayo de 1994, Nelson Mandela se convirtió en presidente de Sudáfrica. Mandela obtuvo una contundente victoria en las elecciones del 27 abril de ese mismo año, las primeras en las que pudieron votar los ciudadanos sudafricanos de todas las razas. Mandela luchó durante gran parte de su vida por los derechos de la población negra y en contra del apartheid, un sistema de segregación que separaba a blancos y negros en Sudáfrica.
Tras pasar casi tres décadas en prisión, el abogado y activista no promovió el odio y rencor hacia los blancos, sino que lanzó un mensaje de paz y reconciliación para unir a toda la población sudafricana, blancos y negros.
Así fue cómo Mandela se convirtió en un símbolo de libertad en todo el mundo, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1993, se convirtió en presidente en 1994 y cambió para siempre la historia de su país poniendo fin a más de tres siglos de supremacía blanca.
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