El 3 de abril de 2002, tropas israelíes lanzan una operación militar contra el que fuera el hogar de unos 14 000 refugiados palestinos: el campamento de Yenín, en Cisjordania. En esta ofensiva, que es considerada una de las mayores masacres cometidas contra el pueblo palestino, los tanques israelíes sitiaron el campamento, los helicópteros suministrados por los EE.UU. bombardearon viviendas civiles y las excavadoras israelíes demolieron lo que quedaba de las mismas. En el ataque, que finalizó el 18 de abril, decenas de palestinos perdieron la vida y, conforme a los reportes realizados por organizaciones internacionales, el régimen de Israel cometió crímenes de guerra, como homicidios ilegales, trato degradante a detenidos, torturas y detenciones arbitrarias, uso desproporcionado de la fuerza, bloqueo y ataques a la asistencia médica, bloqueo del abastecimiento de agua y alimentos, y destrucción de infraestructuras civiles y propiedad privada. kmd/hnb