Esta semana, en un pueblo olvidado de Túnez, ocurrió un suceso que a los pocos días avivaría las llamas de la Revolución tunecina y la llamada Primavera Árabe. Muhamad Bouazizi, un joven de 26 años en paro, se prendió fuego delante del ayuntamiento de su localidad. Las últimas tropas de EE.UU. abandonaron Irak, una guerra con la que pretendían destruir las supuestas armas de destrucción masiva del exdictador Sadam Husein. El mundo se acabó, al menos, según el calendario maya. Los eslovenos decidieron independizarse de la República Yugoslava. xsh/anz/rba