El 14 de octubre de 1962, un avión espía estadounidense descubrió que la URSS había instalado secretamente misiles balísticos de medio alcance P-12 en Cuba. Moscú, de hecho, trató de restaurar el equilibrio nuclear en el mundo después de que Washington instalara, en 1961, sus misiles balísticos en Turquía. Este hecho ocasionó un conflicto entre las dos superpotencias.
La paz mundial estuvo seriamente en peligro, al borde de la Tercera Guerra Mundial; sin embargo, las autoridades rusas, estadounidense y cubanas alcanzaron el mismo mes de octubre un acuerdo para poner fin a la crisis.
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