El 5 de abril de 1992, el entonces presidente de Perú, Alberto Fujimori, al declarar el estado de emergencia, disolvió ambas cámaras del Congreso, suspendió la Constitución e intervino la justicia. Fue un autogolpe que contó con el apoyo de las Fuerzas Armadas. No obstante, el autogolpe de Fujimori no terminó bien, pues, pese a que fue reelegido en 1995, en noviembre de 2000 las acusaciones por corrupción y de violaciones de los derechos humanos que pesaban en su contra se tornaron tan abrumadoras que buscó refugio en Japón.
Fue arrestado en Chile en 2005 y extraditado a Perú en 2007, donde en abril de 2009 se le condenó a 25 años de prisión por las matanzas de Barrios Altos y la Universidad La Cantuta.
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