El 22 de diciembre de 1992, fueron hallados miles de documentos policiales y militares que registraron, de manera sistemática, la represión, tortura y desaparición coordinada entre las dictaduras del Cono Sur. Gracias al trabajo de Martín Almada, secuestrado y torturado por el régimen de Stroessner, junto al apoyo del juez José Agustín Fernández, se consiguió hacer pública una inédita compilación de registros y comunicaciones elaborados por las fuerzas militares y policiales de Uruguay, Bolivia, Chile, Brasil y Argentina, en los que se detalla una red coordinada al más alto nivel para espiar, perseguir, detener y asesinar a opositores a las autocracias que gobernaron en esos países durante los años 70 y finales de los 80. Son pruebas tangibles de la existencia de la conocida como Operación Cóndor.
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