Desde 2015, los fiscales israelíes llevan investigando a la esposa del primer ministro Benjamín Netanyahu, Sara Netanyahu.
Después de que les llegaran informes de que se había gastado más de 100 000 dólares del dinero público en comidas dadas en la residencia oficial del primer ministro en la Al-Quds (Jerusalén). También está acusada de emplear el dinero de los contribuyentes para uso personal en su tiempo libre.
Hasta el momento, se la acusa de recibo fraudulento agravado de bienes, fraude y abuso de confianza. Sara podría enfrentar hasta cinco años de cárcel si es declarada culpable.