El régimen israelí ha dado marcha atrás en sus planes para hacer cumplir una decisión que requiere que el personal y las fuerzas del ejército dejen sus armas en el trabajo. Estaba programado que tal decisión entrara en vigor el 1 de julio. Hace unos meses, el régimen decidió prohibir que las fuerzas de seguridad se llevaran sus armas a casa al final de sus turnos. La orden se produjo después del asesinato de una mujer por su pareja que trabajaba como guardia de seguridad en una escuela.
Sin embargo, ahora el régimen ha citado el posible estallido de “disturbios de seguridad” por una anexión planificada de partes de la Cisjordania ocupada como la razón para retrasar la ejecución de la decisión.
Entonces, ¿por qué las autoridades dieron marcha atrás en sus planes de control de armas?
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