En los últimos 15 años el sector conocido como Casco Antiguo en la Ciudad de Panamá, particularmente el corregimiento de San Felipe, ha sufrido una notable transformación, que además de caracterizarse por la renovación y reestructuración de algunos edificios comprendidos dentro del complejo monumental histórico y el establecimiento de nuevos locales comerciales y de entretenimiento, también ha conllevado la expulsión de miles de sus antiguos habitantes.