Ramón vivía en Don Benito pero siempre quiso vivir en el Casco Antiguo de Badajoz y tener allí su estudio de pintura. Cuando la vida se lo permitió, compró una casa en ruinas y poco antes de derrumbarla decidió que era mejor opción restaurarla . Gracias a ello hoy podemos ver elementos de otras épocas en sus paredes.