Jorge tiene 32 años y es natural de Lima. Llegó a Extremadura en junio de 2004, tras conocer a una extremeña. Aunque esa relación se rompió con el tiempo, Jorge rehízo su vida como fotógrafo y asegura que ahora es un extremeño más.
Sara es toledana, concretamente de Quintanar de la Orden, pero decidió instalarse en Extremadura en 2006. Aquí encontró trabajo. Ella es ahora la directora y coordinadora del primer digital Sierra de Gata y cree que en esta región ha encontrado su lugar en el mundo.