Juan Carlos Vidarte es el último de una estirpe de fotógrafos y hombres bohemios. Sus abuelos, tanto por parte paterna, como materna, fueron grandes artistas (fotógrafos y pintores) y su padre fue fotógrafo de renombre en el mundo taurino. Él ha sabido atesorar todas las maravillas que éstos consiguieron y las conserva en el local que su familia tiene en el Casco Antiguo de Badajoz hace 100 años. Aquí Vidarte tiene su particular universo y pasa las horas disfrutando de sus más de 1500 cámaras, su gran archivo fotográfico, y cientos de objetos de diversa índole que se ha ido encontrando. Para Juan Carlos la importancia de sus trastos es tal, que le encantaría poder hacer un museo con ellos en el futuro, para que la gente pudiera aprender la historia de la fotografía ligada a la de su propia familia. Esperanza y Antonio son un matrimonio con una pasión en común, el mundo de las antigüedades. Todo empezó cuando Esperanza decidió desempolvar unos viejos cacharros de sus abuelos y, poco a