Pablo prepara en Santa Amalia, a sus caballos para el arrastre de los toros. No es fácil domar a estos animales para que se acerquen al ruedo, pero en este caso, nuestro protagonista va más allá. Además de preparar a las bestias para tirar del toro tras la faena, consigue que lo hagan sin ninguna ayuda, solo con la voz de su dueño.