Cuenta la leyenda que cuando dos persona se gritan es porque sus corazones están muy lejos, y que en las antípodas de eso están los abrazos en los que no hace falta ni hablar de tan cerca, de tan conectados que están esos dos corazones. Esta que parece la receta perfecta  para desmontar cualquier conflicto, se antoja casi utópica en plena tercera ola de contagios por COVID 19. Con una situación tan alargada en el tiempo imaginamos un mundo sin abrazos, y hasta que, a falta de práctica dejamos hasta de añorarlos. ¿Se les ocurre una distopía más cruel?   Y lo que es más importante, ¿Se les ocurre cómo podríamos salir de esa "congelación" emocional? Tal vez con un poco de suerte y de calor: Con la ayuda de expertos abrazadores y abrazadoras nos recreamos en las texturas, sabores y olores de un buen abrazo, y, ante el riesgo de olvido, seguimos a Cortázar y sus  "instrucciones para", y creamos un manual de instrucciones para dar un buen abrazo. ¡Esperamos tener que desempolvarlas  muy pr