Se cumple un mes de vida confinada. 30 días que lejos de ser un paréntesis de vida está siendo una experiencia de gran intensidad para la mayoría, más por lo que sienten que por lo que hacen. Hay quienes lo viven desde la angustia, otros se refugian en la esperanza. Y también quienes bailan con ambas emociones. Algunos extremeños han compartido con nosotras las suyas y las palabras que mejor definen su confinamiento.