Observar el universo a grandes escalas y en diferentes periodos permite conocer su evolución y, de esta forma, acotar mejor qué puede estar motivando su expansión acelerada. A la causa de esta expansión es a lo que llamamos energía oscura, aunque de ella sólo conocemos sus efectos. Para caracterizarlos mejor se elaboran mapas cada vez más precisos del universo, eso es lo que han hecho el proyecto eBOSS: estudiar 11 mil millones de años cósmicos mediante la observación de 2 millones de galaxias. Nos lo cuenta Héctor Gil Marín, investigador en el Instituto de Ciencias del Cosmos de la UB.