Comienza la fase clínica del proyecto "Medea", impulsado por el SES y centrado en la creación de una base de datos con información genética personalizada de cada paciente que permita evitar reacciones adversas ante los medicamentos.
En esta fase, que llegará a unas 3.000 personas, se dará prioridad a colectivos como pacientes oncológicos, con problemas cardiovasculares o trastornos mentales graves. Se les realizará un informe genético básico válido para más de 70 medicamentos y que se ampliará en una segunda fase.
El proyecto está coordinado por Adrián Llerena, Director del Instituto Universitario de Investigación Biosanitaria de Extremadura y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura