El ser humano ha utilizado desde tiempos inmemoriales el esparto para la realización de piezas y utensilios utilizados principalmente en las tareas del hogar, del campo y de la construcción. La demanda de estos enseres de gran resistencia y duración dio lugar al desarrollo de actividades artesanales y comerciales en todos nuestros pueblos y ciudades. En Extremadura la industria del esparto estaba centralizada en la localidad de Campanario.