Carmen tiene una afición muy particular: coleccionar fotos de su pueblo. En Cuacos de Yuste, descubriremos a esta mujer espiritual que pese a ser prácticamente analfabeta, está enamorada de la historia. Marieta quiere cumplir el sueño de su madre Felícita, por eso ha regresado a San Martín de Trevejo. Quiere encontrar a María José, su hermana que sospecha fue robada en el hospicio nada más nacer. Mónica padece talasemia mayor, una enfermedad rara a la que ha tenido que adaptarse. A los 30 años tuvo que jubilarse por obligación y ese bache cambió su forma de ver la vida.