Elia no le tiene miedo al toro, pese a criarlos con sus ochenta años. Carismática y perseverante se niega a retirarse de su ganadería y asegura que sus cenizas, se esparcirán donde pastan sus toros de lidia. En ocasiones los divorcios son difíciles y Conchi quiere recuperar a su hijo. Decidió cambiar su vida cuando llegó su nuevo amor pero su felicidad no es completa, dado que hace cuatro años que no habla con su primogénito. Miriam se está formando para cumplir su sueño: quiere ser modelo. Reivindica que mujeres con talla 44, como ella, también pueden subirse a una pasarela y demostrar a las marcas que no todo son medidas 90-60-90.