Pocas veces con 82 años una mujer controla el mundo de la caza como lo hace Josefa. Ella está escribiendo en su ordenador sus memorias, quiere que sus hijos nunca olviden la cantidad de historias que narra su madre. A Ana Pecos, Josefa le enseñará de manera muy peculiar la caza de perdigones. Anais ha decidido con 30 años vivir en plena naturaleza de manera autosuficiente. Ha cumplido el sueño de su madre, construir su propia casa ecológica y alimentarse de lo que ella misma produce. Anais asegura que tiene todo lo que necesita para ser feliz y que el silencio es un aliado perfecto para vivir en paz con uno mismo. Se puede decir que la vida de María, es la vida de Valero. Todo el interés de ella se centra en la atención de su hijo que padece parálisis cerebral. Pendiente de él cada minuto, comprobaremos como la paciencia de esta madre no tiene límites. María se ha aferrado a su fe para no perder el rumbo.