A Rosi la conocimos a través de Facebook porque no deja de promocionar su Ropero Solidario. La jubilación no ha supuesto el freno para esta mujer que ha puesto en marcha prácticamente sola una actividad altruista. Recoger, lavar, arreglar ropa para los más necesitados ese es su día a día y reivindica una vejez activa para dejar atrás el sedentarismo.
A más de cuatro horas de su hogar trabaja Rosa. A los tres años se quedó sin audición y durante toda su vida ha luchado para ser autónoma. Crítica la falta de ayuda a su colectivo y las carencias educativas que aún continúan existiendo.
Yolanda tras dedicarse más de 15 años a la producción de moda ha decidido apostar por la artesanía extremeña. Defiende el consumo comprometido con este sector y está poniendo en marcha el primer apartamento boutique de nuestra región.