Josefa no ha sido una gitana al uso, ella ha sido quien ha mantenido económicamente su hogar. Conserva costumbres típicas de su comunidad pero defiende el avance profesional de la mujer gitana.
Trinidad dejó de ver a los 33 años, fue perdiendo la visión a causa de un glaucoma. Le ha costado aceptar su condición pero ha renacido como una nueva persona. Autónoma y valiente, no se frena ante nada.
Consuelo es una mujer de bandera que con mucho esfuerzo ha conseguido la Medalla al Mérito en el Trabajo. Docente, farmacéutica e investigadora todavía, aún con casi 80 años, sigue trabajando como directora de la UNED Plasencia.