El Moralo protestó contra los árbitros de forma singular la temporada 98-99 cuando militaba en Segunda B. El equipo del Campo Arañuelo visitó al Polideportivo Almería con sus jugadores con la cara pintada de negro como medida de protesta contra los arbitrajes. Una semana más tarde, coincidiendo con la visita al Municipal de Deportes del Isla Cristina, intentó meter en su estadio una veintena de ovejas blancas y una negra por el mismo motivo, pero la RFEF no lo permitió. En la trigésimo tercera entrega de nuestras "Memorias en verde, blanco y negro", de 'Minuto 30', hemos recordado aquella peculiar protesta con el entrenador, José Luis García Silva; y con uno de los jugadores, Beni Besale.