Cuando Fernando era pequeño, recuerda que antes de ir al colegio, ordeñaban todas las vacas de su padre y después, cogían la bicicleta e iban, puerta a puerta, vendiendo los más de 300 litros leche que daban sus vacas. La experiencia es un grado y, aunque ya no tiene tantas vacas como antes, el ordeño sigue siendo una de las tareas más importantes del día. Eso sí, ya no es manual, su explotación ha avanzado con el paso de los años, pero nuestro maestro va a enseñar a Raquel a ordeñar sus primeras vacas. ¿Lo conseguirá? ¡No te lo pierdas!