Emilio ha estado a punto de morir en varias ocasiones. La Covid le metió en el hospital San Pedro de Alcántara el mismo día que se decretó el Estado de Alarma, el pasado 14 marzo, y allí estuvo tres meses debatiéndose entre la vida y la muerte, a pesar de que sólo tenía 45 años y no contaba con patologías previas cuando ingresó. Salió con 20 kilos menos y con dificultad para hablar por una traqueotomía, que le ha dejado un acento “afrancesado”.
Es un superviviente, ha logrado vencer la batalla pero su victoria no ha sido gratuita…ahora lucha contra las secuelas. El amor por sus hijas Paula y Alba le hizo volver a la vida, “tenía que volver para seguir cuidándolas”. El libro de su vida aún tiene muchas hojas en blanco que él mismo tiene que escribir y darle un final feliz. Mientras…aconseja a la gente joven y sin patologías previas que se cuiden, que nadie está a salvo de que les pueda pasar lo mismo que a él.