Empresas que, de la noche a la mañana, se reinventan produciendo mascarillas, equipos de protección individual, los tristemente famosos EPIS, o mamparas de metacrilato para separar espacios. Esas empresas, aquellas que son capaces de adaptar sus procesos de producción rápidamente a los cambios de la demanda y de las oportunidades de negocio son las que triunfan y se mantienen en la cresta de la ola a pesar de la crisis.
La profesora de la Universidad de Extremadura y experta en emprendimiento y género, Maricruz Sánchez Escobedo, nos explica por qué el índice de emprendimiento entre los universitarios extremeños es tan sólo de un 3,8 por ciento, aunque la media nacional también es muy baja, con un 4,4 por ciento; por qué las mujeres emprenden por necesidad pero son más resistentes a las crisis, y nos desvela que se produce mayor tasa de emprendimiento en aquellos países o territorios cuya oferta de empleo es muy escasa.
Maricruz considera que hay que facilitar los trámites para la crea