Montse Fernández lleva el sector de los viajes en su ADN, en su sangre. De hecho empezó a trabajar, en 1978,  con tan sólo 15 años mientras estudiaba el bachillerato nocturno , en la primera agencia de viajes que se creó en Cáceres, bajo la mano de su padre, a finales de la década de los 50,  entonces “Rutas Tour”, hoy Viajes Suroeste.  El Covid le ha hecho pedazos, ha pasado de ser amiga y consejera de sus clientes, de asesorarles sobre los mejores destinos, a ni siquiera reconocerlos con las mascarillas, y a facturar, en un año, sólo un 5 por ciento de lo que venía facturando. A todo esto se suma un gran problema, y es que las ayudas de la Administración pasarán de puntilla casi sin rozar a las agencias de viaje, que podrán optar a una ínfima parte del pastel. De hecho, no son consideradas parte del sector turístico, sino pequeño comercio, y además las agencias se rigen por un sistema de IVA especial, ya que tan sólo facturan con IVA los ingresos que reciben a modo de comisión, mayor