Si hay una rama dura dentro de la profesión sanitaria esa es la de los cuidados paliativos. Profesionales de la medicina, enfermería, psicología, trabajadores sociales y voluntarios que se esfuerzan por humanizar el final de la vida. No sólo trata de mitigar el dolor físico, el dolor corporal, sino también el dolor del alma…ese para el que, a veces, no hay fármacos que lo silencien. Y ahí están ellas, Patricia Hernández y Teresa Galea, médico y enfermera de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Pedro de Alcántara. Dicen que no están hechas de una pasta especial, que tan sólo tienen la suerte de tener vocación y de disfrutar haciendo su trabajo, restando dolor y ayudando a dignificar la vida de los enfermos. El próximo reto, según Patricia Hernández, presidenta de la Asociación de Cuidados Paliativos de Extremadura (APALEX), es contar con un equipo de soporte de cuidados paliativos Pediatricos en la provincia de Cáceres.