Mientras finalizaban las obras del Monasterio de Yuste, Carlos V se alojaría en el que fuera Castillo de los Condes de Oropesa (actual Parador Nacional) y no debió quedar descontento cuando expuso: "Lo mejor de España, La Vera. Lo mejor de La Vera, Jarandilla. Lo mejor de Jarandilla, la bodega de Pedro Acedo. Allí está lo mejor del mundo y allí quisiera que me enterraran para irme al fin del mundo"