Esta semana, en Esquiladores, la cuadrilla de la Jineta se divide para acometer rebaños pequeños en fincas cercanas a Monterrubio de la Serena. Aunque el día se prevé tranquilo, los problemas se suceden y el grupo sufre un retraso detrás de otro. Hasta Antonio termina en un centro de salud con una dudosa herida en la mano.
Por su parte, la cuadrilla de la Nava, aunque tiene casi 700 ovejas que esquilar, trabaja en medio de cierto ambiente festivo, tanto por la amistad que les une a los ganaderos de la finca San pedro, como por las buenas condiciones del ganado y el trato que reciben de los propietarios. Hoy, la familia ha tirado la casa por la ventana y les obsequia con una paella de marisco.
Para ambas cuadrillas la campaña está tocando a su fin y, aunque el cansancio se acumula, todos afrontan con mejor humor el trabajo de la jornada.