La crisis económica ha supuesto un recorte medio de un 30% en los presupuestos públicos de cultura y ha colocado en el centro del debate la fragilidad de un sector que representa un 4% del PIB y que, en Extremadura, emplea a un 1,8% de la población. Se buscan alternativas financieras en el sector privado, los creadores experimentan nuevos modelos y unos y otros ensayan respuestas a la pregunta: "¿Cuál es el valor de la cultura?".