Educación, respeto, compañerismo, disciplina, son tan solo algunos de los valores que aporta el judo y que son indispensables para la convivencia y el desarrollo de las personas. Por eso no es de extrañar ver a personas con discapacidad practicar este deporte en igualdad de condiciones que el resto de sus compañeros. Un ejemplo de ello es el judoca con discapacidad intelectual Francisco González. Francisco es cinturón marrón y árbitro federado por la Federación Extremeña de Judo.