Nicolás Valle ya avisó de que si no se registraba la ortografía y las normas del estremeñu, se perdería a medida que desapareciera la gente que lo habla. El nos ha dicho: "Soy un profeta? Si acaso un profeta pesimista". Le hemos demostrado que también hay gente muy joven que recupera la forma de hablar de sus abuelos.