La raza berrenda de ganadería bovina fue la más numerosa de nuestros campos por su tarea de tiro, manejo y cabestraje, pero la llegada del tractor la hizo disminuir hasta dejarla casi en peligro de extinción. No obstante, varios proyectos pueden ayudar mucho a garantizar su supervivencia. Son los habituales cabestros que encabezan los encierros, que podrían recuperarse a partir del verano.
Su labor de desbroce mientras pastan, facilita la limpieza de bosques por lo que son un seguro contra los incendios forestales. Además, su comportamiento gregario les hace plantar cara a los ataques del lobo, ya que actúan en manada en defensa de sus crías. Por otra parte, cada vez está siendo más conocida su carne, de una gran calidad, aunque su aprovechamiento no sea tan abundante como el de otras especies.