María Jesús y su acordeón ha sido un símbolo para muchas generaciones de hispanohablantes. Sus pajaritos sonaron (y seguirán sonando) en todo el mundo desde 1981. Jose Gómez fantasea con que siempre, en algún lugar del planeta, a cualquier hora, alguien está escuchando esa melodía. Hoy le ha dedicado su obituario a destiempo a María Jesús, extremeña de nacimiento y alma de Benidorm.