Este insecto puede encontrarse en más de un centenar de pueblos de la región siendo su hábitat principal las zonas de La Serena, los Llanos de Brozas, Cáceres o Trujillo y las áreas esteparias donde puede producirse una mayor concentración. La labor de control resulta fundamental para que no se conviertan en una plaga. De ello nos habla Pedro Pablo Bueno, Técnico de Sanidad Vegetal de la Junta de Extremadura