El sentimiento por la caza está ligado a su práctica, a razones que pueden ser por deporte, por ocio, o incluso actividad esencial, porque su práctica beneficia  al control de las poblaciones de especies, a la gestión de ecosistemas y sobre todo a conseguir alimentos saludables de forma ética y justa. En las memorias de caza de nuestro protagonista, responde a un sentimiento legítimo, firme, exclusivo de lo que determina un cazador: instinto, respeto, y dedicación. Venatoria de cuna, con los genes propios del cazador ancestral.