La rehala es una parte importante de la montería. Estos pequeños guerreros son los encargados de hacer frente a jabalíes que en la mayoría de ocasiones les duplican en tamaño y fuerza. Sin su trabajo; empujado por su codicia y su pasión que es dar caza al señor del monte; los monteros no conseguirían esos lances tan espectaculares a los que estamos acostumbrados.