Nos situamos en Las Hurdes, un 18 de septiembre de 1920. Francisca, de 12 años, está cuidando cabras junto a dos amigos de edades similares cuando aparece un hombre pidiendo ayuda. Los chicos no se fían de el, ella sí. No se la volverá a ver con vida. Nos cuenta los detalles de este suceso Diego Pedrera.