El 22 de octubre de 1965 se produjo un accidente en el que perdieron la vida más de 50 personas que se encontraban trabajando en la construcción de la Presa de Torrejón el Rubio. Han pasado ya casi cincuenta años desde entonces y los vecinos de la zona no olvidan el accidente laboral más grave ocurrido en Extremadura. Esta producción nos acerca al relato humano de los familiares de esas víctimas. Las presas del Tiétar y del Tajo comenzaron a construirse en 1959. En ellas trabajaban más de 4.000 obreros, en su mayoría procedentes de los pueblos cercanos como Trujillo, Serradilla, Arroyo de la Luz o Almaraz. Separadas por apenas cincuenta metros la una de la otra, tenían como función principal aprovechar las aguas del Tajo y de uno de sus afluentes (el Tiétar) mediante el trasvase desde ambos ríos a través de un túnel hacia una única central hidroeléctrica. Una ataguía mal colocada provocó la salida descontrolada de agua embalsada hacia el túnel que unía ambas presas y desencadenó la tra