Expósitos es una palabra actualmente en desuso y hace referencia a los recién nacidos abandonados por su madre. En nuestros días utilizamos el término abandono y su desaparición se debe, en gran parte, a que ya no existen las casas de expósitos, una institución que resolvía el problema de la maternidad no deseada. La "exposición" de niños estaba socialmente aceptada y regulada, hasta el punto de que en todas las ciudades importantes había una casa de expósitos y en ellas un torno, para que la mujer pudiera depositar en él a su hijo sin ser vista por la persona que lo recibía. Extremadura contaba también con ellas y esta noche conoceremos cómo eran y cómo vivían los conocidos como “NIÑOS DEL TORNO”. Durante siglos ser un "expósito" supuso una especie de estigma de por vida cuyo obstáculo no era tan fácil de superar. Al abandono, la vergüenza y la pérdida de identidad se le sumaba, en ocasiones, un desprecio social. En definitiva, un apellido que marcaba y definía un estigma social de po