El gran desafío medioambiental es frenar la pérdida de biodiversidad y evitar el colapso de los ecosistemas. Datos científicos recopilados, registrados y analizados durante décadas, cifran la evolución del clima y detectan los cambios los ecosistemas hasta la fecha. La labor científica, a veces lenta y tras bambalinas, es crucial para el legado de las nuevas generaciones.