Hoy se cumplen 20 años de los atentados terroristas en Nueva York y Washington que marcaron el comienzo de una nueva era. La guerra contra el terrorismo sirvió como justificación permanente para que Estados Unidos pudiese invadir Afganistán e Irak. Pero el estado de alarma constante también dio mano libre a los servicios de seguridad para vigilar a sus propios ciudadanos.