Un tribunal de París ha condenado al expresidente francés Nicolas Sarkozy a tres años de cárcel, uno de ellos firme, por corrupción y tráfico de influencias en el llamado caso Bismuth o caso de las escuchas. El político de 66 años está acusado de sobornar a un fiscal general del Tribunal Supremo en 2014. El exmandatario podrá cumplir la sentencia en su domicilio con vigilancia electrónica.