Desde un vacío aeropuerto de Fráncfort salió el primer vuelo a Pekín en meses. No se trata de un vuelo comercial común, sino de la iniciativa de una importante empresa alemana que quiere que sus ejecutivos vuelvan a trabajar en China. Las medidas de seguridad son intensas. El corresponsal de DW fue parte de este viaje de regreso al gigante asiático.