Según la ONU en Venezuela hay unas 120 mil personas portadoras del virus del VIH. La esperanza de vida para ellas se ha reducido drásticamente, luego de que el régimen de Nicolás Maduro suspendiera el programa de entrega de antirretrovirales, tratamiento esencial para controlar la enfermedad. Unos ocho mil pacientes han abandonado su país buscando atención médica.